Solapas principales

Pazo o casa da Peregrina

BERTAMIRÁNS. Parroquia de Ortoño

La historia de este pazo resulta bastante oscura e imprecisa. Algunos autores relacionan su origen con la Casa de Altamira, pero esta teoría parece poco probable, ya que Bertamiráns pertenecía a la jurisdicción de A Maía, dominada por el arzobispado compostelano, y ambas instituciones mantuvieron entre ellas grandes disputas por el dominio de tierras del área compostelana. El Pazo da Peregrina pudo nacer como centro de recaudación de rentas, bien del cabido de Santiago o bien de algún comerciante acomodado. En la documentación parroquial de finales del siglo XIX aparece descrita como casa de quinta", es decir, casa de campo perteneciente a una familia acomodada. El actual complejo presenta las características propias de un pazo: casa principal, edificios auxiliares destinados a dependencias labradoras, capilla y jardín; todo esto cerrado por un muro en el que se abren varias entradas. Estas construcciones se ordenan alrededor de un patio presidido por una fuente ornamental. La vivienda principal es un edificio de grandes dimensiones con dos pisos y planta en forma de T, con una balconada que sirve de solana. Las dos construcciones auxiliares, situadas a ambos lados de la entrada principal, son similares a las casas de desván tradicionales de la zona. La más grande conserva un antiguo horno y lagar, en la parte superior se situaban los cuartos de los caseros y la inferior estaba dedicada a almacén, bodega y cortes. La pequeña conserva en una de las fachadas un pequeño palomar. La capilla es un templo pequeño y sencillo, de planta rectangular y nave única con cubierta a dos aguas. La falta de documentación anterior hace pensar que se construyó en el siglo XIX . En ella se decía misa todos los domingos y, el día de la fiesta, además de los oficios religiosos se celebraba una romería en el patio.

Otros datos:

La última heredera del pazo fue Elena Togores Paramés, esposa del general José Luis Azcárraga. El complejo pasó a ser propiedad municipal en el año 1992, tras el acuerdo con una empresa constructora que lo compró. La remodelación de los edificios, que se encontraban casi en ruinas, se llevó a cabo en dos fases: la primera entre los años 1998 y 1999 y la segunda entre el 2000 y el 2001. La reforma también le afectó a la parcela ya que el espacio que hoy se destina a jardines estaba ocupado por zonas de cultivo, por vides y por árboles frutales. Actualmente acoge las dependencias de la Concejalía de Cultura, Deportes y Patrimonio Histórico, y sirve de escenario para la celebración de exposiciones, bodas, eventos, etc. Los jardines son de acceso libre.