Solapas principales

Edad Contemporánea

Se reparará en tres hechos históricos que tendrán lugar en Ames durante los siglos XIX y XX: su institucionalización como ayuntamiento en 1835; la estadía de Rosalía de Castro en Ortoño y la creación del Seminario de Estudios Galegos en 1923.

A la altura de 1820, lo que actualmente es el territorio municipal de Ames estaba repartido entre los ayuntamientos de Altamira y Amaía a los que, en 1821, se sumarán dos nuevos ayuntamientos: Villestro y Biduído. De las parroquias actuales de Ames, la mayoría de ellas -Bugallido, Ortoño, Lens, Agrón y Trasmonte, pertenecían al ayuntamiento de Altamira. Estos primeros ayuntamientos institucionales fueron disueltos en 1823. En 1836 el proyecto de arreglo de los ayuntamientos de la provincia de A Coruña establecerá el ayuntamiento de Ames con las mismas once parroquias que tiene en la actualidad. Luego Ames tenía 986 vecinos y 5.034 habitantes.

Desde 1836 hasta el presente el Ayuntamiento de Ames no tuvo variación territorial ninguna manteniendo el mismo número de parroquias; con todo, en 1842 la Diputación Provincial de A Coruña elaboró un proyecto de reducción de municipios en el que se establecía que el ayuntamiento de Ames dejaba de existir y su territorio se repartía entre dos nuevos municipios: el de Ponte Maceira, que incluía las parroquias de Agrón, Lens, Piñeiro, Tapia y Trasmonte; y el de Ortoño, en el lugar de A Condomina, que agregaba las de Ames, Ortoño, Bugallido, Ameixenda, Covas y Biduído.

Ese proyecto de reducción no llegó a hacerse efectivo y la vida institucional de Ames tuvo continuidad hasta 1868, año en el que durante la llamada Revolución Gloriosa de 1868, la Junta Revolucionaria de Santiago determinará la supresión de los municipios rurales y su integración en el de Compostela. La desaparición del ayuntamiento amiense duró tan sólo dos meses y en noviembre de 1868 se restableció el distrito municipal de Ames.

A mediados del siglo XIX Ames tenía 5.419 habitantes; en 1860 sumaban 6.423, en 1900 superaba los 7.000. En los años cuarenta superará los 9.000 habitantes y habrá que esperar a finales de la década de los noventa para que se superara el techo de los diez mil habitantes.

El Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España de Pascual Madoz, de 1845-1850, señala que la capital municipal estaba en San Tomé de Ames, de donde tomaría el nombre el ayuntamiento. Luego, el ayuntamiento gestionaba un presupuesto de 3.200 reales.

La capital municipal de Ames cambiará en varias ocasiones de lugar. Durante una larga temporada radicará en Augapesada y a comienzos del siglo XX se trasladó a Bertamiráns, para volver años después otra vez a Augapesada. En 1970 la Casa Consistorial se estableció en Bertamiráns.

La infancia de Rosalía de Castro está ligada a Ames. Hija de María Teresa de la Cruz de Castro, una hidalga ligada la casa de Arretén, y del sacerdote Xosé Martínez Vioxo, se harán cargo sus tías maternas Josefa y Teresa Martínez y con ellas vivirá en la aldea de Castro de Ortoño. Rosalía vivirá en Ortoño hasta 1842, cuando tras cumplir cuatro años irá a vivir con su madre en Padrón.

La huella de su estadía en tierras amienses se evidenciará en muchos pasajes de la obra poética de Rosalía de Castro como cuando escribe: Y a vella vai, sube, sube / a costa d'o Mar d'ovellas / c'un ollo posto n'o chan / y outro ondás casas fomega. Hay incluso algunos especialistas, como Xoán Nava, que creen que alguno de sus más celebrados versos -Campanas de Bastabales: / cando vos oio tocar, / mórrome de soidades- estarían inspirados en una copla popular amiense que dice: Campanas de Bugallido / cando vos oio tocar / revíraseme o sentido.

A Casa da Tarroeira, en el Castro de Ortoño, constituye uno de los principales hitos de la Ruta Rosaliana. Este lugar cobrará una especial significación cultural cuando el 12 de octubre de 1923 un conjunto de jóvenes universitarios visiten a Casa da Tarroeira y, «reunidos por el deseo de conocer su tierra y de unificar sus trabajos en una labor colectiva, humilde y generosa, para la exaltación de la cultura gallega», decidan fundar el Seminario de Estudios Galegos.

En sus doce años de vida activa (1923-1936), el Seminario de Estudios Galegos, estructurado en doce secciones, abordará casi qué todas las manifestaciones de la cultura gallega, atenderá a la formación de investigadores. con una perspectiva interdisciplinar, y se ocupará de la divulgación científica. Entre otras salientables iniciativas, la sección de Ciencias Sociales, Jurídicas y Económicas del SEG será la autora del anteproyecto del primero Estatuto de autonomía para Galicia.